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Según precisó, la administración del presidente Barack Obama ha puesto en marcha una reforma de la regulación del sistema financiero para mejorar la calidad de los mecanismos de regulación y supervisión de la estructura económica, algo que ya anunció el propio inquilino de la Casa Blanca días atrás.
No obstante, el secretario del Tesoro recordó que aún queda mucho por hacer ya que la situación sigue siendo de gravedad, y recordó que la economía mundial se contraerá este año por primera vez en más de seis décadas. Además, se espera que el derrumbe del comercio mundial sea el más pronunciado desde la Segunda Guerra Mundial y todo ello se está dejando sentir en la escasez de crédito y de activos líquidos en las entidades bancarias del mundo entero, si bien la crisis ha afectado en especial a Estados Unidos, donde las tasas de desempleo han alcanzado cifras récord desde que comenzó la recesión.
Geithner recordó que, con la crisis económica como tema clave, los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales se reunieron en Washington, para celebrar el tradicional encuentro anual de primavera, del que aseguró que la perspectiva es "desafiante".
El secretario del Tesoro norteamericano dedicó gran parte de su escrito a los compromisos acordados en la cumbre del G-20, celebrada hace unas semanas, y que pretende "desarrollar políticas financieras, monetarias y fiscales necesarias para restaurar el crecimiento" de las potencias mundiales y los países emergentes.
Respecto a la situación en particular de Estados Unidos, precisó que "nos estamos moviendo con rapidez para estabilizar y reparar nuestro sistema financiero así como restaurar el flujo de crédito del que dependen los negocios y los consumidores", y agregó que otros muchos países también han apostado por esta técnica para salir del bache.
Asimismo, recordó que la tarea del G-20 es asegurar la efectiva puesta en marcha de todas las medidas que se acordaron en el encuentro, que consideró de vital importancia por transformar el marco de la cooperación económica y financiera global.
"Además de medidas para reforzar la economía global y apoyar a las instituciones financieras internacionales, los líderes convinieron que es fundamental que todos los países que forman parte del G-20 sean considerados por igual, ya que todos tienen una gran responsabilidad para lograr la estabilización del sistema finaciero internacional", recordó.
Apuesta por el desarrollo
Geithner también incide en que una de las cuestiones fundamentales para garantizar la recuperación económica es reforzar el Fondo Monetario Internacional (FMI), y señaló que el objetivo no reside sólo en mitigar los efectos de la recesión global y facilitar los flujos de capital social, sino también apostar por el crecimiento y desarrollo. En ese sentido, el G-20 acordó inyectar un billón de dólares al FMI (743.000 millones de euros).
Al respecto matizó que "la disponibilidad real y potencial de los recursos del FMI ha alentado a países como México, Polonia y Colombia a solicitar créditos de apoyo de 80 millones de dólares a la entidad en asistencia financiera para emplearlos en situaciones de urgencia. Esto conllevará un aumento de la confianza para estos países al tiempo que es también una póliza de seguro contra la debilidad global", dijo.