31/07/2009 | Actualizada a las 19:12h |
Economía Washington. (EFE).- La economía de EE.UU. se contrajo en el segundo trimestre a una tasa anual del 1 por ciento, según informó el Departamento de Comercio, que dio cuenta de un dato mejor de lo previsto, aunque supone un cuatro trimestre de contracción.
La caída del PIB ha sido inferior a los pronósticos de los analistas que habían vaticinado una contracción del
1,5 por ciento, después de
una caída del 6,4 por ciento entre enero y marzo, según los datos revisados hoy al alza.
Los datos anteriores indicaban que la caída del primer trimestre había sido del 5,5 por ciento, por lo que éste ha sido el mayor descenso del PIB desde el primer trimestre de 1982.
Un descenso que los analistas han recibido con optimismo, aunque se trata del cuarto trimestre consecutivo de contracción, algo que no había ocurrido desde antes de que comenzaran los registros en 1947.
El Departamento de Comercio también revisó las cifras de crecimiento del pasado año y señaló que la economía creció un 0,4 en 2008, por debajo del 1,1 por ciento que habían indicado anteriormente, la tasa más baja desde 1991.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que «las cifras del PIB demuestran que estamos haciendo progresos» aunque todavía «queda mucho por hacer», dijo, sobre todo en materia laboral.
Estados Unidos ha perdido 6,5 millones de empleos desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007 y los economistas esperan que la tasa de desempleo supere el 10 por ciento a principios de 2010.
Gibbs señaló que «es probable» que los datos del desempleo que se publicarán la semana que viene muestren que se han perdido cientos de miles de empleos.
«No vamos a ver que el empleo aumente, pero vemos que la economía comience a crecer», por eso consideró que los datos de hoy «son positivos».
El PIB, que mide el total de bienes y servicios de producción en EEUU, es el mejor barómetro de la salud económica del país. Los analistas destacaron que en el segundo trimestre del año el declive fue mucho menos marcado en las inversiones empresariales, las exportaciones y los inventarios.
La inversión empresarial disminuyó a un ritmo de 8,9 por ciento entre abril y junio tras una caída del 39,2 por ciento en el primer trimestre.
La inversión residencial, que se enfrenta a la mayor recesión desde la Gran Depresión, cayó un 29,3 por ciento, casi diez puntos respecto a la caída del 38,2 por ciento en el trimestre anterior.
Los inventarios de negocios disminuyeron 141.100 millones de dólares desde los 113.000 millones de dólares del trimestre anterior.
En el caso de las exportaciones la caída en el segundo trimestre fue del 7 por ciento frente al 29,9 por ciento registrado en el primer trimestre, a esto hay que sumar un descenso en las importaciones que ayudaron a reducir el déficit comercial.
El gasto del consumidor, que representa dos tercios de toda la actividad económica del país, cayó a una tasa del 1,2 por ciento, después de un 0,6 por ciento en el trimestre anterior.
Con el descenso en el gasto de los consumidores en todo, desde ropa a automóviles, la tasa de ahorro de los estadounidenses aumentó al 5,2 por ciento en el segundo trimestre, la más alta desde 1998. También se produjo un aumento en el gasto del Gobierno federal y de los estados, que contribuyó a unos números más optimistas.
El gobierno federal impulsó el gasto a un ritmo del 10,9 por ciento, el mayor desde el tercer trimestre de 2008, mientras que los gobierno locales aumentaron su ritmo de gasto al 2,4 por ciento, el mayor desde el segundo trimestre de 2007.
Parte de este impulso fue gracias al plan de estímulo económico del presidente Barack Obama, que incluye recortes fiscales y aumento del gasto público, aunque los expertos esperan que su impacto empiece a notarse en la segunda mitad del año.
El Fondo Monetario Internacional indicó en una revisión anual de las perspectivas económicas que espera una «progresiva» recuperación.