La OIT advierte de que este año podrían superarse los 239 millones de desempleados en el mundo.Hasta el día 17, Ginebra acoge la Cumbre Mundial por el Empleo de la Organización Mundial del Trabajo (OIT). El objetivo, buscar soluciones al desempleo global.
"El mundo no puede permitirse el lujo de que no vuelva la creación de empleo hasta varios años después de que comience la recuperación económica", indicó el diplomático chileno Juan Somavia, Director General de la OIT, en el discurso inaugural de la cumbre.
Somavia pidió a los asistentes a la reunión, más de 4.000 en representación de gobiernos, empleadores y trabajadores, que se pongan de acuerdo para alcanzar pactos por el empleo a nivel nacional e internacional.
Entre quienes le escuchaban, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y Francia, Nicolas Sarkozy.
La OIT advierte que la recuperación en el empleo necesita cuatro o cinco años más que la del crecimiento económico. Según las previsiones de la OIT, entre 39 y 59 millones de personas más perderán su trabajo este año. En total, se pueden superar los 239 millones de desempleados.El mundo no puede permitirse el lujo de que no vuelva la creación de empleo hasta varios años después de que comience la recuperación económica
Para llegar al nivel de ocupación anterior a la crisis, asegura la agencia de las Naciones Unidas, sería necesario crear más de 300 millones de empleos en los próximos cinco años.
Nuevo orden
"En su discurso ante la cumbre, el presidente de Brasil, Lula da Silva, afirmó que los efectos más perversos de la crisis no se deben colocar sobre los hombros de los países más pobres", informó el enviado especial de BBC Brasil a Ginebra, Pablo Uchoa.
"La realización de los derechos económicos es importante para preservar los derechos civiles y políticos, para consolidar el estado de derecho y para construir sociedades democráticas, justas y prósperas", apuntó Lula da Silva.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien también participó en la sesión inaugural de la cumbre, dijo que "todo dirigente político debe impedir que se rompa el vínculo laboral, porque luego cuesta mucho reconstruirlo".
"Esta crisis se generó por la falta de control del capital financiero, que terminó auto-destruyéndose y afectando el funcionamiento de la economía real", añadió Fernández.
Poco después, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, defendió ante los 183 miembros de la Organización, el establecimiento de un "nuevo orden mundial".
"El capitalismo se volvió loco a fuerza de no someterse a ninguna regla y empezamos a ver hasta qué punto puede ser destructor, ¿Sería razonable esperar más?", aseguró Sarkozy en su discurso, citado por la agencia EFE.
"Construyamos juntos un nuevo gobierno mundial para que la OIT pueda tener una palabra que decir a la OMC (Organización Mundial del Comercio), al FMI (Fondo Monetario Internacional) y al Banco Mundial", agregó Sarkozy.