Por Alexandra Valencia y Mario Naranjo
QUITO (Reuters) - El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, pidió el lunes a sus colegas sudamericanos convocar en algún momento a Washington para dialogar sobre su nuevo pacto militar con Bogotá, que incrementará la presencia de tropas estadounidenses en la región
De manera paralela, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa propuso sostener en la capital Argentina una reunión extraordinaria de presidentes de la Unasur para abordar el tema del acuerdo militar, que crispó a la región.
A esta cita será invitado el presidente colombiano Alvaro Uribe, quien no participó de la cumbre en Quito de mandatarios de la Unión Suramericana de Naciones.
La reunión se haría en tierra neutral debido a que Bogotá y Quito no tienen relaciones diplomáticas desde el año pasado, luego de que militares colombianos bombardearon una base militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en territorio ecuatoriano.
El acuerdo militar de Bogotá ha irritado a varios países latinoamericanos, incluyendo a Brasil, que pidió que sea debatido regionalmente.
"En algún momento la Unasur puede convocar al Gobierno de Estados Unidos para conversar sobre los temas que nos interesan en la región", dijo Lula. "Esto se resuelve con una conversación, con vernos la cara", añadió.
El pedido de Lula fue respaldado de manera inmediata por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y el mandatario boliviano, Evo Morales.
SIN SANCION PARA COLOMBIA
Presidentes sudamericanos evitaron condenar a Colombia por su polémico pacto militar con Washington en el documento final de una cumbre en Quito, pese a que Venezuela y otros países de la región buscaban una sanción.
En cambio, los mandatarios de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) decidieron que sus cancilleres y ministros de Defensa discutan el tema en una reunión pautada para este mes.
"No tocamos el tema en esta reunión (...) queremos ver si esto se discuta el 24 de agosto en el Consejo de Ministros de Defensa de la Unasur, pero es un asunto muy grave", dijo Correa.
Venezuela y Bolivia querían que la Unasur emitiera una condena a Colombia por ceder bases en su territorio a Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico, pero esa propuesta no encontró eco en naciones más moderadas como Chile y Brasil.
El conflicto desatado por el acuerdo entre Bogotá y Washington es el último capítulo de una crisis política regional que ha golpeado a América Latina en los últimos años, protagonizada por los aliados y los detractores de Estados Unidos en sudamérica.
"Ahora con estos refuerzos yankis se van a sentir mas guapos y apoyados los guerreristas y esto puede generar en una guerra incluso en sudamerica", dijo el presidente venezolano Hugo Chávez.
Para evitar enfrentamientos, Uribe, decidió no participar de la cumbre de la Unasur; en tanto que el líder peruano Alan García, un estrecho aliado de Washington, también optó por ausentarse.
La semana pasada, Uribe cumplió una gira por la región para explicar los alcances de un pacto militar con Estados Unidos y logró que Chile, Perú y Paraguay defiendan su derecho soberano a firmar acuerdos.
Brasil también defendió la soberanía, pero pidió a Bogotá más de transparencia en el tema y que el acuerdo sea discutido por la región.
Ecuador, Bolivia y Venezuela criticaron el pacto y unieron fuerzas para conseguir una sanción diplomática para Colombia.
En el encuentro de los mandatarios, Correa, que asume este lunes un nuevo período de gobierno, recibió de su homóloga chilena, Michelle Bachelet, la presidencia pro témpore de la Unasur, que se creó en mayo del 2008 como un órgano político que intenta aglutinar a la región.
Colombia dijo la semana pasada que el organismo podría morir en manos de la presidencia de Ecuador.
La Unasur está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
(Reporte adicional de María Eugenia Tello y Eduardo García; editado por Alejandro Lifschitz) /10 de agosto 2009