10:32 | Este año el PIB estadounidense se contraerá en un 2,6%, mientras que en 2010 registrará un leve aumento del 0,8%, calculó la institución
Washington (EFE).- La grave crisis económica en EE.UU. parece haber superado lo peor tras las medidas adoptadas por el Gobierno y se ha fortalecido la confianza en la estabilidad, aunque la recuperación será paulatina, según un informe del FMI divulgado hoy.
En su análisis anual de la economía estadounidense, conocido como título IV, el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que este año el PIB estadounidense se contraerá en un 2,6%, mientras que en 2010 registrará un leve aumento del 0,8%.
Para 2009 prevé una tasa de desempleo del 9,3%, que se elevará al 10,1% el año próximo, mientras que estima que la inflación quedará en un -0,3% este año y en 2010 se situará en el 1,4%.
El Fondo considera que, tras la grave situación de finales del año pasado, “la combinación de un estímulo macroeconómico de enormes proporciones y una intervención a gran escala en los mercados financieros comenzó a estabilizar la situación financiera y económica”.
En febrero pasado se aprobó un plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares, superior al 5% del Producto Interior Bruto (PIB).
La actividad económica “continúa debilitada” y las condiciones financieras “siguen presentando cierta tensión”, según la institución, que considera que esto frenará la inversión y, sumado a los efectos del aumento del desempleo y la caída de los precios de la vivienda, “también el consumo”.
Además, señala que las perspectivas de crecimiento de los socios comerciales de Estados Unidos se mantienen limitadas, lo que restringirá las exportaciones.
A medio plazo, uno de los principales desafíos será el diseño de estrategias de salida para retirar gradualmente las medidas que apuntalaron el sistema financiero y el estímulo extraordinario de política monetaria, apunta el FMI.
A largo plazo, añade, es necesario corregir las deficiencias de los mecanismos de supervisión y regulación financieras que posibilitaron la crisis actual, estabilizar las finanzas públicas y hacer frente a un contexto de aumento de los ahorros y crecimiento más lento.
En su análisis, los directores del Fondo elogian las medidas adoptadas por el Gobierno del presidente Barack Obama para contener la crisis.
“Como resultado de las medidas de política macroeconómica cada vez más amplias y contundentes, la fuerte caída del producto económico parece estar llegando a su fin y se ha fortalecido la confianza en la estabilidad económica”, sostienen.
Pese a ello, dado que persisten las grandes presiones financieras, “cabe esperar que la recuperación sea paulatina”, señalan.
El crecimiento potencial, advierte el FMI, podría mantenerse “muy por debajo” de las tendencias anteriores durante un periodo considerable.
Una cuestión en la que el Fondo hace hincapié es la necesidad de una “ambiciosa consolidación fiscal a medio plazo” para garantizar la sostenibilidad, dado el aumento de la deuda pública en los años venideros para afrontar la crisis.
En este sentido, lanza un capote al Gobierno de Obama, que ha hecho de la reforma sanitaria una de sus grandes prioridades legislativas. Uno de los argumentos que emplea la Administración es el fuerte aumento de los costos médicos, que representan una buena parte del gasto público.
El Fondo se muestra de acuerdo y asegura que “resolver el aumento vertiginoso del costo de las prestaciones obligatorias constituye el reto fundamental a mediano plazo”.
La reforma definitiva, dice, deberá incluir “medidas sustanciales para reducir los costos de atención de la salud a largo plazo, al tiempo que se procura mantener la neutralidad presupuestaria a corto plazo”.