Los cancilleres avanzan con la previa en la Cumbre de Lima y aparecen las primeras protestas
En la reunión realizada hoy, España logró incorporar a la declaración que se aprobará al cierre del encuentro un mecanismo de diálogo sobre el polémico tema migratorio. En tanto, Greenpeace llevó a Machu Picchu su reclamo contra la producción de biocombustibles.
Los cancilleres de los países que participarán de la Cumbre de jefes de Estado de América latina y Europa, que se realiza en Perú, avanzaron hoy con algunos temas que incluirá la Declaración final. Allí, España logró incorporar en el texto la corresponsabilidad en el polémico tema migratorio.
Se trata de un mecanismo de diálogo sobre este espinoso aspecto entre Europa y América latina. En ese sentido, el ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, instó a los gobiernos latinoamericanos a asumir la "corresponsabilidad" en los retos que plantea el problema migratorio.
En forma paralela, Greenpeace logró establecer la primera protesta al colgar un enorme cartel en las ruinas de Machu Picchu contra la producción de biocombustibles, un tema económico sumamente sensible para varios países, entre ellos Brasil.
La organización ecologista sostuvo en un comunicado que su intención es denunciar " el impacto que generará en la región la producción a gran escala de biocombustibles orientada a abastecer el mercado internacional".
Mientras se espera la llegada de los principales mandatarios -Cristina de Kirchner lo hará esta noche-, ya comienzan las especulaciones sobre los enfrentamientos que podría haber.
Los presidentes Alvaro Uribe (Colombia), Hugo Chávez (Venezuela) y Rafael Correa (Ecuador), tendrán que compartir la mesa de diálogo en plena tensión por el caso de los archivos recuperados del computador del abatido jefe de las FARC, Raúl Reyes. La coincidencia de los tres presagia turbulencias en una cumbre convocada para buscar una posición común en la lucha contra la pobreza y el cambio climático.