Por John D. Stoll y Norihiko Shirouzu
Varias empresas extranjeras empezaron a hacer fila para comprar activos de General Motors Corp. en momentos en que la contracción de la industria automotriz en Estados Unidos está sentando las bases para una reestructuración global.
La automotriz francesa Renault SA ha iniciado negociaciones para formar una posible alianza en la que proveería autos para que sean vendidos en los concesionarios de la marca Saturn de General Motors. Esto, en el caso de que GM consiga un comprador para la red Saturn, según fuentes al tanto. Por otro lado, la china Geely Automobile Holdings Ltd. ha lanzado una oferta para adquirir la división Saab de GM, revelaron algunas fuentes.
Las dos negociaciones ilustran la ola creciente de acuerdos que involucran a los activos aprovechables que están resultando de la reestructuración de GM y Chrysler LLC liderada por el gobierno de EE.UU. Chrysler actualmente está reorganizando sus operaciones en un tribunal de bancarrotas y GM podría seguir sus pasos si no logra reestructurar su deuda para el 31 de mayo.
Si Chrysler consigue salir del proceso de bancarrota, la italiana Fiat SpA se convertiría en uno de los principales accionistas de la automotriz. Fiat también está intentando adquirir una participación mayoritaria de la automotriz alemana Adam Opel GmbH, el corazón de las operaciones europeas de GM, y quizá también la sueca Saab.
El frenesí de potenciales acuerdos sugiere que el colapso de dos de las tres grandes automotrices de EE.UU. podría dar pie a una amplia reforma de la industria automotriz global. En el nuevo escenario, GM reduciría sus operaciones tanto en su país como en Europa, automotrices extranjeras ganarían terreno en EE.UU. y los jóvenes fabricantes de autos de China avanzarían con pasos largos más allá de su mercado doméstico.
"Las cartas de la industria automotriz se están barajando", dice Michael Robinet, subdirector de CSM Worldwide, una firma estadounidense de investigación sobre el sector. "El resultado será sustancialmente distinto a la industria que conocíamos hasta hace cinco años".
En otro reflejo del reajuste del sector, Porsche Automobil Holding SE y Volkswagen AG, dos de las automotrices con más historia de Alemania, anunciaron el miércoles que planean fusionar sus operaciones, creando un gigante con 10 marcas independientes, incluyendo el negocio de autos deportivos de Porshe.
Mientras tanto, sus rivales BMW AG y Daimler AG también negocian la posibilidad de trabajar en conjunto para recortar costos. Una de las primeras señales de una reestructuración global se dio el año pasado, cuando la india Tata Motors Ltd. compró a Ford Motor Co. las marcas Jaguar y Land Rover.
Robinet dice que los acuerdos están siendo estimulados por un exceso de capacidad en todo el mundo. La recesión económica global y un profundo declive en las ventas de autos en EE.UU. y Europa han acelerado la consolidación.
Reanault está negociando un acuerdo con Penske Automotive Group Inc., una cadena de cerca de 300 concesionarios en todo el mundo que estudia comprar Saturn, según fuentes al tanto. Si lo logra, necesitará una automotriz para proveerle vehículos que se vendan a través de los cerca de 400 concesionarios Saturn en EE.UU.
Un acuerdo entre GM y Penske podría permitir a Renault vender sus propios vehículos o los que fabrican sus afiliadas a través de la red Saturn. Renault controla tanto la japonesa Nissan Motor Corp. como la surcoreana Samsung Motors.
El miércoles, el presidente ejecutivo de Renault, Carlos Ghosn, dijo en París que la prioridad de su empresa este año era la gestión de efectivo. "Queremos que todo esté totalmente claro", dijo. "No estamos interesados en adquisiciones y no estamos interesados en Opel". Ghosn agregó que Renault no ha conversado con GM sobre Saturn.
Otras automotrices además de Renault‐ están interesadas en proveer vehículos que podrían venderse a través de la red Saturn, según personas al tanto. GM está considerando varias opciones para la marca, incluyendo eliminarla, dicen las fuentes.
GM sobrevive gracias a préstamos gubernamentales por US$15.400 millones y está bajo presión para que reestructure sus finanzas, los contratos con los sindicatos y sus operaciones antes del primero de junio, y evite así un proceso de bancarrota. Como parte de su reorganización, GM ahora estudia vender varios activos, incluyendo sus marcas Hummer y Opel.
Saab, la unidad sueca, está en proceso de independizarse, pero necesita financiación. GM mantiene negociaciones con "tres a cuatro" candidatos, incluyendo Geely, informó una fuente al tanto.
Hace algunas semanas, Geely había hecho una oferta por Volvo, la filial de Ford. La oferta por Saab podría ser un intento por presionar a Ford para que responda a la propuesta de Geely o de elevar las posibilidades de Geely de quedarse con un fabricante extranjero en caso de que sus esfuerzos por comprar Volvo fracasen.
Un portavoz de Geely no quiso comentar sobre las negociaciones. Eric Geers, un vocero de Saab, dice que la automotriz invitó a 10 posibles compradores, entre inversionistas y fabricantes. Según Geers, Saab elegirá a un comprador a mediados de año.
Para GM, Saturn ofrece un dilema único. Al prácticamente regalar la marca a un interesado, GM podría preservar empleos en EE.UU. y evitar una disputa con los concesionarios. Para Renault, una alianza con los concesionarios Saturn ofrece una mejor posición en el mercado estadounidense. La empresa ya tiene vastas operaciones de manufactura en EE.UU. gracias a su socio Nissan.