El régimen previsional vuelve al Estado
El proyecto dispone la obligatoriedad del régimen de reparto para todos los afiliados. La capitalización privada, voluntaria con aportes extra.
Por Raúl Dellatorre
La presidenta de la Nación anunciará hoy el envío al Parlamento de un proyecto de ley por el que se creará un nuevo sistema previsional, cuyo pilar será el régimen público de reparto, obligatorio, en tanto el de capitalización pasará a ser voluntario. Cristina Fernández hará el anuncio esta tarde, a las 17, desde la sede de la Anses, anticiparon fuentes oficiales. Las mismas fuentes precisaron que el dinero acumulado en las cuentas de capitalización individuales pasará al Fondo de Garantía de la Seguridad Social, que administra Anses. Desde la cartera laboral, en tanto, aseguraban que “estarán garantizados los puestos de trabajo de las 10.500 personas que se desempeñan en el sector”, tomando en cuenta el personal de las AFJP y de la Superintendencia respectiva. Otras fuentes del Gobierno indicaban que el Estado absorbería “hasta 3500 empleados del régimen de capitalización”. Es decir, la tercera parte. Por otra parte, trascendió que el fiscal federal Guillermo Marijuán estudiaba anoche una probable acción judicial contra directivos de las AFJP, por presuntas maniobras especulativas practicadas ayer, en el mercado cambiario, luego de que tomó estado público la intención oficial de nacionalizar el sistema de capitalización previsional.
Tal cual adelantó PáginaI12 en su edición de ayer, el cambio de régimen busca garantizar la jubilación a los afiliados al sistema de capitalización, cuyas administradoras enfrentan crecientes dificultades para no ver evaporados los fondos que les confiaran, en el marco de la actual crisis financiera mundial. Por otro lado, para el Estado es la oportunidad de recuperar el manejo de recursos de un régimen que terminó convirtiéndose en su propia trampa: fue, en 1994, la principal causa del origen del déficit de las cuentas públicas cuando se creó, y es hoy una pesada carga para el erario, porque mientras el sector público debe complementar el pago de haberes a los jubilados por el sistema privado, a la vez les paga intereses a las AFJP por los títulos de la deuda pública que éstas mantienen como activo. Los fondos de terceros administrados por las AFJP suman actualmente casi 100 mil millones de pesos, y entre 60 y 70 por ciento son títulos públicos.
Anoche, hasta muy tarde, en la Casa Rosada se pasó revista a los aspectos puntuales del proyecto que se presentará hoy. Sergio Ma-ssa, Amado Boudou, Carlos Tomada y Carlos Zannini compartieron, entre las 20 y hasta poco más de las 22, una sesión intensa para definir los mínimos detalles. Uno de los puntos que más preocupa es evitar la litigiosidad, tanto de parte de las AFJP como de los afiliados al sistema privado que se sientan perjudicados por la desaparición de ese régimen. El nuevo esquema contempla que todos los afiliados pasan al reparto, que será el único obligatorio. No habrá más cuentas individuales de capitalización, sino el cómputo de los años de aporte al régimen privado como si hubieran estado adherido al sistema público. No habría reconocimiento de rentas de capital acumuladas. Todos los fondos en poder de las AFJP pasan a ser administrados por Anses. Es decir, que por los títulos públicos que componen ese activo, el Estado pasa a ser acreedor de sí mismo, por aproximadamente 60 mil millones de pesos.
Los afiliados al sistema de capitalización pasan al régimen de reparto, pero tendrán la opción de que los fondos aportados al sistema de AFJP constituyan un seguro de retiro y perder esos años de aporte en el nuevo régimen. Es la “puerta de salida” que busca quitarles argumento a quienes busquen litigar por perjuicio. El régimen de capitalización, en tanto, seguiría siendo optativo con aportes adicionales del empleado (por encima del 11 por ciento del sueldo). Este estrecho margen de negocios es el que les quedaría a las AFJP tras la reforma, lo que obligará a las diez hoy existentes a redimensionarse o fusionarse para ser viables.
Aun sin estas novedades, el negocio había dejado de ser brillante para todas. Fuentes del sector aseguraban anoche que, más de una, recibirá como un golpe de suerte la “nacionalización” del sistema, ya que venían desbarrancándose. De todos modos, el manejo de un capital financiero extraordinario todavía les permite mantener alto poder de fuego: ayer, se habría detectado una gruesa maniobra especulativa de un puñado de ellas, que buscaron “desestabilizar” el mercado vendiendo bonos públicos y comprando dólares en la plaza cambiaria. Ello habría sido la causa de la baja en el valor de los primeros y la suba de la divisa. “Sobre un total de operaciones de compra de 140 millones de dólares, la mitad habrían tenido origen en las AFJP”, confió una fuente oficial. La fiscalía federal, a través de Guillermo Marijuán, estudiaba anoche accionar contra directivos que habrían hecho abuso del manejo de fondos fiduciarios en beneficio propio. Primeros escarceos de una pelea larga.