EL NEGOCIO DEL GAS, PPK, ELC

Kuczynski: 'Camisea empezó a la deriva'

11:16 El ex primer ministro conversó con El Comercio sobre la promoción de la exportación del gas natural de Camisea

Por David Rivera / Manuel Marticorena

Pedro Pablo Kuczynski, o PPK para todo el mundo, siempre tiene algo que decir sobre múltiples temas, ya sea desde su experiencia como asesor internacional o como político. Esta vez lo convocamos para hablar sobre su participación en la promoción de la exportación del gas de Camisea, y sobre qué es lo que debería hacer el gobierno actual de cara al futuro. Aquí parte de la extensa entrevista que le hicimos.

Se ha criticado la decisión que se tomó en el 2004 de exportar el gas de Camisea. ¿Teníamos o tenemos suficiente gas natural como para exportarlo como gas licuado de petróleo (LNG, por sus siglas en inglés) o deberíamos aprovecharlo en la industria petroquímica?
Ahí no se puede tener una opinión en blanco y negro, porque depende mucho de dónde vamos a estar en los próximos 10, 15 o 20 años. Hay materiales que hoy en día están en precios récord como el amoníaco y los plásticos, entonces pueden ser muy rentables, pero eso hay que compararlo con la exportación de LNG. En este caso, no he leído el contrato en detalle, pero la regalía que recibirá el Gobierno, y que está entre 30% y 38% dependiendo del precio en boca de pozo, es muy sustancial y bastante más importante que los precios que pagará una petroquímica.

¿Entonces qué le conviene más al Perú? Tener más ingresos fiscales que van a ir al fondo de Defensa, al fisco, etcétera, o darle gas barato a la petroquímica y conseguir ingresos industriales e Impuesto a la Renta. Creo que la respuesta a eso es que no hay que poner todos los huevos en una sola canasta y que hay que tener un abanico y diversificarnos. Eso significa exportar una parte del gas siempre y cuando haya reservas suficientes para cumplir el requisito del abastecimiento interno por los próximos 20 años.

¿Es lo que se está haciendo?
La industrialización del gas está en marcha, pero se hace un poco a tropezones. Lo que pasa en el caso de la petroquímica es que el Gobierno ha encargado básicamente a Pluspetrol que seleccione quién debe estar ahí en base a la mejor oferta para ellos del precio del gas natural, y eso, lamentablemente y a pesar de que soy una persona de libre mercado, no es adecuado.

Pienso que debe haber una estrategia para que, si vamos a dedicarle bastantes recursos gasíferos a la industrialización del gas, saber en qué nos vamos a concentrar. Con el esquema que se aplica, dándoles gas en volúmenes pequeños a varios operadores, vamos a tener plantas chicas de poca capacidad y de poca competitividad en el mundo.

¿Propone especializarnos en algún segmento de la petroquímica?
El gas peruano tiene 10% de etano (el 90% es metano), el de Trinidad y Tobago solo tiene 2%. El etano permite todo el desarrollo de material básico para los plásticos, mientras que el metano se orienta para otras cosas. Si vamos a promover la exportación de PVC o polietileno, tiene que ser de plantas de más de un millón de toneladas y no de plantitas de 300 o 400 mil toneladas que no sirven para nada.

Eso no se ve en el caso peruano...
Con la idea de que unos señores petroleros decidan cómo va a ser la petroquímica en el Perú porque quieren satisfacer a varios clientes, no, ese no es el camino. En este caso, el Gobierno debe tomar cartas en el asunto, máxime que es un participante interesado porque recibe el 38% de regalías. La petroquímica es un tema supercomplicado, sus productos son commodities que suben y bajan un montón, y si vamos a entrar en serio a esto tenemos que estar en capacidad de competir contra los grandes jugadores que son Trinidad y Tobago, Qatar y en general los del Medio Oriente. Con los actuales precios de los productos petroquímicos las pequeñas pueden funcionar, pero cuando el ciclo baje, como siempre ha sucedido en petroquímica, el que se va a quedar de pie va a ser el que tenga plantas de gran escala. Si vamos a jugar en estas ligas con unas plantas enanas, no nos va a ir bien.

¿En qué productos deberíamos concentrarnos?
Deberíamos concentrarnos en la ventaja que tenemos: el etano que tenemos más que otros países. En cuanto al otro componente (el metano), que es más abundante, el mercado nos va a decir en qué, aunque deberíamos pedir estudios a consultores especializados y no ir a la deriva. Yo creo que al final Pluspetrol va a decidir, pero el gobierno debería tener alguna voz en esto. Debería tener una especie de hoja de ruta.

Esa hoja de ruta nunca existió. Desde que se empezó a concesionar Camisea no estaba claro qué se haría con el gas.
Camisea empezó a la deriva. El primer contrato lo firmé yo en abril de 1981 y era un contrato de exploración de petróleo con la Shell. Cuando ellos encontraron un montón de gas, pensaron llevarlo a Brasil. Fujimori, en su momento, no quiso, por eso todo se paró. Luego vino Pluspetrol y en la licitación ellos ofrecieron un poco más que el segundo postor (Total ELF), pero nadie pensó bien para qué iba a ser este gas, se hablaba en términos generales sobre los vehículos a gas, los buses, pero cuánto van a consumir los vehículos a gas: poquito. Después vino el gran debate sobre si hay suficiente gas para exportar, y la respuesta fue sí, dependiendo de las condiciones de la exportación.

¿Y el mercado interno?
El mercado interno con las posiciones más optimistas del Ministerio de Energía y Minas (MEM) tiene mucho margen para industrializarse.

Las previsiones sobre lo que era el consumo interno de gas natural se nos están yendo de las manos. Hoy se consume más gas natural de lo que se preveía inicialmente.
Las plantas termoeléctricas de gas natural pagan US$1,4 por millón de unidades BTU. Hunt (que exportará el gas a México) va a vender su gas a US$6,5 o US$7. Entonces si lo que le interesa al país son billetes en la caja, la exportación del gas da mucho más dinero que el uso del gas para una planta eléctrica, y el Perú tiene un potencial hidroeléctrico de más de 60 mil megavatios, de los cuales hemos usado 3 mil.

Usted habla de no meter todos los huevos en una sola canasta. Pero cuando se aprobó la exportación del gas, se hizo prácticamente lo que usted ahora recomienda no hacer.
No, porque para la exportación se tiene un tren que no se va a usar en 20 años más, de 4 TCF (trillones de pies cúbicos), y nos deja 4 TCF para consumo interno. Teniendo 16 TCF de reservas se estará consumiendo solo la mitad.

En ese momento había 11 TCF. Y la demanda interna fue subestimada. Según la estadística del MEM, la demanda estará por encima de 4 TCF.
Sí, yo creo que nos vamos a 5 TCF. Estamos subiendo rápidamente, tampoco hay que pensar que el mundo es estático. Lo que se hizo fue establecer un panorama conservador de dos cosas: el consumo interno y la exportación de LNG con una regalía de 38%. Pero no olvidemos algo, en el 2004 la petroquímica estaba por los suelos, nadie pensaba en ella.

Petrobras ya había pensado y dicho en ese momento que quería hacer petroquímica.
Porque ellos tenían otra visión. Estaban mirando a más largo plazo y me imagino que veían más allá del ciclo negativo del 2004, pero en ese momento tampoco habían hecho los descubrimientos grandes que ha logrado.

¿No era necesario hacer un estudio sobre cuál era la mejor rentabilidad que se podía tener del gas natural y no solo pensar en la exportación?
Lo que pasa es que lo de la petroquímica ha ocurrido en el último año y medio, antes era una cosa muy menospreciada, salvo por algunas empresas estatales como Petrobras.

¿En las actuales circunstancias no sería necesario corregir el camino?
Diría que en el proyecto de LNG ya se marcó el camino, está en construcción y generará un montón de recursos fiscales y por regalías. La petroquímica genera más trabajo, pero los espárragos generan más trabajo que la petroquímica. Aquí hay que medir todos los beneficios por actividad.

El proyecto de exportación tiene una misma regalía cuando está igual o es mayor a US$10 el millón de BTU (MBTU) en el mercado del Henry Hub (de referencia del gas natural), después de ese nivel, las regalías no aumentan. Y el precio del gas natural tiende a subir.
El precio del gas en EE.UU. subirá, sin duda. Pero eso se deberá discutir con los que tienen esta planta (Hunt). Lo que pasa es que los países que cambian sus contratos no tienen mucha inversión, entonces hay que sopesar bien y no hacer lo que ha hecho Ecuador.

Cuando se firmó el contrato de exportación, el precio del Henry Hub era de US$5 el MBTU y ahora ha llegado a US$10 el MBTU. ¿Si los precios del gas natural se mantienen altos, se debería tratar de buscar una negociación en ese aspecto?
Estoy seguro de que si el Henry Hub se va a US$15 o US$25, habrá una renegociación. Pero también habría un cambio en el uso del gas en México, porque este país dirá que con esos precios se ahogan. Hay que ver el otro lado. Un aumento muy grande, así como en el petróleo que se ha ido de US$50 a US$120, es un cambio sustancial en las circunstancias. Lo que pasa es que si uno empieza a decir eso ahora, cuando aún no están construidos los barcos y la planta está en construcción, la gente va a decir ¿mejor paro todo, no? Hay que esperar que esté andando y luego ver qué pasa con los precios. Lo más importante es tener un abanico diversificado de cosas.

¿Cuál fue su participación en el proyecto de exportación de Perú LNG?
La mía fue absolutamente nula.

¿En ese momento no tenía relación con Hunt?
Yo ayudé a convencer a Hunt de que viniese al Perú, fue hace muchos años, quizás alrededor de veinte años. Siempre le hablé bien del Perú. En el año que estuve fuera del gobierno fui asesor de ellos en temas internacionales y financieros.

¿La exportación de LNG surge a partir de lo que usted les dijo sobre el Perú?
No, pero sin duda contribuyó.

El diario "The Wall Street Journal" señala que usted hizo lobby y promovió una reunión entre Ray Hunt, el entonces ministro de Energía y Minas Jaime Quijandría y el propio presidente Alejandro Toledo.
Esa es una interpretación bien avanzada del periodista del Wall Street, que trató de decir que aquí se estaba haciendo un lobby, eso es mentira. Era una reunión social. Obviamente, el señor Hunt estaba interesado en ver al ministro de Energía y Minas. Pero la insinuación es falsa.