Escribe: Gonzalo García,LR, 17/12/2007
El precio de los títulos cotizados en las Bolsas de valores de Shangai, Shenzhen y Hong Kong se ha inflado como una “burbuja”. Hoy China tendría el mercado accionario más caro del mundo.
El índice SCI que mide el rendimiento bursátil medio, una suerte de Índice General Peruano, creció en 227 por ciento en los últimos dos años y en 72 por ciento entre octubre 2006-2007, según informa la consultora especializada AAAdvisors.
En este impresionante comportamiento hay que distinguir entre las ganancias de inversionistas nacionales y extranjeros.
Existiendo control de cambios, los foráneos tienen reservados ciertos mercados y ciertas transacciones.
En aquellos lugares donde operan extranjeros, las ganancias acumuladas han aumentado en 471% en los dos últimos años.
Y en 137% desde enero 2007, aunque hay una sensible inflexión negativa en meses recientes ante la percepción de un alto riesgo de pinchazo de la “burbuja”.
De allí que el mercado y la autoridad publica hayan introducido fuertes correcciones reglamentarias. Por siaca.
Los analistas de inversión calculan que, pese a la regulación, la valorización de las acciones de los grupos vinculados a los mercados internacionales todavía duplica a la de títulos semejantes de las bolsas gringas.
Impresionante, el valor de las ganancias efectivas de estos grupos, sobretodo extranjeros o mixtos, casi se multiplican por treinta! ¿Timba?
Si no se gerencia bien el riesgo de estallido, las consecuencias podrían ser fatales. Para muestra está la recesión creada por el desinfle de la Internet bubble (2000) o el reventón del Sudeste Asiático (1997).
Así que nadie debiera llamarse a sorpresa si las autoridades financieras reiteraran su exigencia de extremar la regulación del gigantesco mercado. Que muchos suponen sobrevaluado. Sin que por ello dejen de reconocer que parte de estas ganancias se originan en la parabólica trayectoria de crecimiento gobernada por las reglas del socialismo de mercado.
¿Persistirá la burbuja china? ¿Porque la “burbuja” no desinfla? ¿Por qué fluctúa, dura, peor, ¿porque aumenta? ¿Solo es lucro ansioso, especulación desenfrenada, expectativas, anticipaciones, automatismos?
O, como dice gente de la profesión, la causa estriba en la debilidad de la intervención humana por la masiva automatización de las transacciones provoca por los modelos matemáticos y las supersónicas operaciones “en línea” de los mercados?
Ch. Boucher (Le Monde) habla también de los poderosos secretos de los gurus, los datos al oído de la banca de inversión e inclusive de la influencia de personalidades como Alan Greenspan de la FED cuya famosa frase sobre la “exhuberancia irracional” de la bolsa anticipó la corrección del 2001.
Mirada atenta, entonces, a la burbuja.