9:39 | Ante la falta de señales de que se modificará el contrato de Camisea, congresistas y presidentes regionales han solicitado una decisión política
Por: Manuel Marticorena
El pasado 19 de mayo el Gobierno convocó al Consorcio Camisea (formado por Pluspetrol, Hunt Oil, Sonatrach, SK, Repsol YPF y Techpetrol) para hallar una solución para satisfacer la creciente demanda de gas natural del mercado interno. El ministro de Energía, Pedro Sánchez, calificó este proceso como una renegociación de los contratos de Camisea (lotes 88 y 56), dado que estos no permitían garantizar el abastecimiento de un mercado interno que reclama más gas natural y no puede obtenerlo porque se interpone el compromiso de su exportación.
Tres meses después, la confidencialidad natural de las negociaciones han generado rumores y versiones respecto a lo que se lograría. Según el viceministro de Energía, Daniel Cámac, es natural que el Gobierno no pueda filtrar nada hasta que se logre algo concreto. Aunque explica que hay un norte definido: que cualquier requerimiento del mercado interno sea satisfecho al concluir la negociación.
Sin embargo, las declaraciones de los funcionarios del MEM no han tranquilizado las expectativas. Por el contrario, las han agitado. Y es que hasta el momento no se ha determinado si es que se alterará el contrato del lote 88, que permite al Consorcio Camisea exportar el gas. Ello, debido a que muchos entienden que solo reorientando este gas que se iría al mercado externo se satisfará al mercado local.
Así, se han generado desde declaraciones extremas, como la del presidente regional del Cusco, Hugo Gonzales —quien pidió en un exceso de estridencia por el posible desabastecimiento de su región la nacionalización del gas— hasta gritos oportunistas de congresistas que piden la cabeza del ministro Sánchez.
Sin embargo, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez, no solo ratificó su confianza en Sánchez, sino que aseguró que sería inconstitucional una rescisión del contrato. Asimismo, señaló que el ministro ha puesto en conocimiento de la fiscalía hechos que podrían tener alguna connotación penal.
No obstante ello, el ex ministro de Energía y decano del Colegio de Ingenieros, Carlos Herrera Descalzi, considera que lo que hace el MEM no es una renegociación, sino un intercambio epistolar con el consorcio para encontrar soluciones temporales y así solo saltar el bache que se ha generado por la falta de reservas para el sector eléctrico.
En ese sentido, Herrera señala que el problema va más allá de este tema e indica que se trata de que las reservas de gas disponibles en Camisea no son suficientes para el mercado interno y, a la vez, y que las regalías que se obtendrán por exportar serán menores que si se orientara al mercado interno. Por ello, se opone al proyecto de exportación del Consorcio Perú LNG (formado por Hunt Oil, SK, Repsol y Marubeni) y pide que prevalezca el derecho del país a usar sus recursos.
CONFLICTO LEGAL
Desde que Camisea se lanzó en el 2004 se dictó una serie de normas orientadas a favorecer la exportación del gas, la mayoría de ellas en el gobierno de Alejandro Toledo. Según el viceministro Cámac, por ser un compromiso estatal hay acuerdos que se deben respetar, debido a que si estos son alterados unilateralmente pondrían en cuestionamiento la seriedad del país. No solo eso, también involucraría al Perú en juicios interminables.
¿La falta de energía del país justificaría este riesgo? El ex presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Eduardo Farah, indica que en cualquier lugar del mundo es comprensible que si no se tienen los suficientes recursos para el mercado interno, se tiene que sacrificar la exportación. Lo hizo Argentina con Chile hace unos años. El primero firmó un compromiso de abastecimiento de gas con el segundo, que tuvo que incumplir porque se dio cuenta de que sus recursos no eran suficientes para atender a ambos mercados. Así, decidió cerrar el ducto a los chilenos. “¿Por qué el Perú no puede hacer lo mismo?”, se pregunta Farah.
Esto significaría una decisión política, aspecto que reclama gran parte de la opinión pública. El congresista José Carrasco Távara, que integra una comisión que investiga los contratos de Camisea en el Congreso, señala que es necesario investigar los alcances legales que tendrá una decisión como esta antes de hacer cualquier movimiento. No está seguro de que el MEM esté desarrollando una evaluación legal que permita afrontar cualquier demanda si es que el consorcio decidiera enjuiciar al Estado ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones.
El Consorcio Perú LNG tiene un contrato de abastecimiento con Camisea por 640 millones de pies cúbicos, para exportar el gas de Camisea. Ha invertido alrededor de US$3.800 millones en construir toda una infraestructura (incluido el transporte) para convertir el gas natural en líquidos y ponerlo en embarcaciones hacia México. En ese sentido, ante una decisión de no exportación esta empresa no se quedaría tranquila.
Un funcionario del Gobierno que prefirió no revelar su identidad indica que el Estado tiene suficientes elementos para hacer prevalecer su derecho de prioridad ante la exportación. Así la Ley 27123 de Promoción del Gas Natural, en su artículo 4, indica que “se garantiza el abastecimiento del mercado interno”. Esto es, primero el país y luego, el exterior.
Sin embargo, si surgen dudas sobre el término garantizar, el funcionario indica que el Gobierno podría normar la ley y explicar qué se debe entender por ello, como que los recursos primero deben abastecer al mercado local, y solo si existen remanentes, se podrán importar. De esta manera, el Consorcio Camisea no podría rechazar la demanda de clientes nacionales bajo el riesgo de incumplir la ley. Aún no se sabe, qué elementos ha utilizado el Gobierno.
Otras fuentes indican que ya todo se negoció y que incluso ya hay un acuerdo para que las reservas del lote 88 se destinen al mercado local. Actualmente las respectivas matrices de las empresas del Consorcio lo están revisando y esta semana se haría el anuncio. Ojalá y colme las expectativas.