Perspectivas de una recuperación económica no dan para pensar en mejoría en los próximos dos trimestres
El jueves de la semana pasada, el Dane dio a conocer la cifra de crecimiento económico para el primer trimestre del año.
Tal y como se había anticipando, se presentó una contracción de la economía, la cual cayó a una tasa de 0,6 por ciento anual, frente a 1,3 por ciento esperado por el mercado de acuerdo con la encuesta realizada por Bloomberg. El resultado del PIB durante el primer trimestre del año, sumado a la caída de 1 por ciento al finalizar el 2008, pone técnicamente a la economía local en recesión, de acuerdo con la definición del National Bureau of Economic Research.
Analizando el comportamiento del producto por el lado de la demanda, la mayor contracción se presentó en la inversión, la cual se redujo 1,3 por ciento anual, lo que se tradujo en una contribución negativa de 0,26 puntos porcentuales a la contracción del PIB.
Si bien esta corrección en el ritmo de crecimiento de la inversión era de esperarse dadas las altas tasas de crecimiento que se habían presentado en años anteriores, también se puede interpretar como una señal de la lenta recuperación que va a presentar la producción industrial en los próximos años.
Independiente del resultado de los distintos componentes del PIB, uno de los factores que genera mayores preocupaciones es la velocidad con la que la economía regrese a su senda de crecimiento de largo plazo. De acuerdo con la encuesta de Latinfocus, el mercado espera que en el 2009 la economía se contraiga a una tasa de 0,1 por ciento, lo cual, dado el resultado del crecimiento económico para el primer trimestre del año, implicaría una recuperación en el ritmo de la actividad económica en el segundo semestre del 2009.
En la medida en que la reducción de 550 puntos básicos en la tasa de interés que se ha llevado a cabo desde diciembre del 2008 empiece a tener efectos sobre la actividad económica, se podría esperar que se presente una recuperación en el ritmo de crecimiento en el corto plazo. Sin embargo, existen factores que generan preocupaciones al respecto. Como se mencionó la semana pasada, mientras las reducciones en la tasa de interés de intervención no se transmitan por completo a las demás tasas de interés de la economía, la recuperación en el ritmo de crecimiento no se puede esperar que provenga de un aumento en el consumo vía una reactivación en la demanda de crédito.
En este sentido, las presiones al alza que está ejerciendo el Gobierno sobre la curva de rendimientos (ante un incremento en la oferta de títulos de deuda pública), al igual que la competencia por recursos se constituyen en el principal impedimento para que las reducciones en la tasa de interés de intervención se vean reflejadas en mejores condiciones de financiación para el sector productivo.
Del mismo modo, el incremento en el desempleo genera efectos recesivos de mediano plazo, que no se recuperará en los próximos 12 meses. Lo anterior debería conducir a que en el mediano plazo no se presente una recuperación en el consumo de los hogares vía un mayor nivel de endeudamiento.
Una forma de cuantificar la caída en el consumo de los hogares, y de intentar anticipar su comportamiento para los próximos meses es el desempeño del comercio al por menor. De acuerdo con las cifras publicadas por el Dane, en abril éste presentó una caída anual de 7,05 por ciento, mientras que el comercio sin vehículos cayó 0,75 por ciento.
Aunque este comportamiento está explicado principalmente por las menores ventas de vehículos (las cuales han caído 41,37 por ciento en los últimos 12 meses), la contracción de los demás componentes de este indicador evidencian que efectivamente el consumo de los hogares colombianos se continúa deteriorando.
Al igual que las ventas del comercio al por menor, la actividad manufacturera también está presentando una contracción importante; en abril se contrajo 14,5 por ciento en términos anuales, la mayor caída evidenciada por este indicador desde la crisis de los 90.
Bajo este escenario, el índice de indicadores adelantados calculado por Corficolombiana continúa presentando una tendencia a la baja.
Si bien es cierto que examinar la magnitud de la caída de este indicador no es una medida correcta para intentar anticipar la magnitud de la variación del producto, su clara tendencia decreciente indica que, por lo menos, en los próximos dos trimestres no se presentará una recuperación en el ritmo de actividad económica.
Como consecuencia de estos factores, Corficolombiana estima que la recuperación de la economía durante el segundo semestre del año probablemente se aplazará.
Lo más probable es que en el corto plazo los agentes del mercado modifiquen sus expectativas de crecimiento económico, factor que puede tener un efecto negativo sobre los precios de los activos, cuya recuperación reciente ha estado ligada a las expectativas frente a una rápida recuperación económica.