(El desarrollo de los paÃses depende de las mentes de sus polÃticos... el subdesarrollo también.)
Extracto del Mensaje a la Nación del presidente Obama 27 de enero del 2011
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Ese mundo ha cambiado. Y para muchos, el cambio ha sido doloroso. Lo he visto en las ventanas cerradas de las fábricas antes en auge, y las tiendas vacÃas de las calles principales, antes llenas. Lo he oÃdo en las frustraciones de los estadounidenses que han visto disminuir sus salarios o desaparecer sus puestos de trabajo - los hombres y mujeres orgullosos que se sienten como las reglas han cambiado en el medio del juego. Tienen razón. Las reglas han cambiado. En una sola generación, las revoluciones en la tecnologÃa han transformado nuestra forma de vivir, trabajar y hacer negocios. Fábricas de acero que una vez que necesitaba 1000 trabajadores ahora pueden hacer el mismo trabajo con 100. Hoy en dÃa, casi cualquier empresa puede establecer una tienda, tomar trabajadores, y vender sus productos donde haya una conexión a Internet. Mientras tanto, naciones como China y la India se dieron cuenta de que con algunos cambios propios, podrÃan competir en este nuevo mundo. Y asà empezaron a educar a sus hijos más temprano y más, con mayor énfasis en matemáticas y ciencias. Se está invirtiendo en investigación y nuevas tecnologÃas. Hace poco, China se convirtió en el hogar de la más grande institución privada del mundo de investigación solar y la computadora más rápida del mundo. Asà que sÃ, el mundo ha cambiado. La competencia por los puestos de trabajo es real. Pero esto no debe desalentarnos. Debe desafiarnos. Recuerde -Por todos los éxitos que hemos tenido estos últimos años, para todos los pesimistas predicen nuestra decadencia, Estados Unidos todavÃa tiene la más grande, la más próspera economÃa del mundo. No hay trabajadores más productivos que los nuestros. Ningún paÃs cuenta con más empresas con éxito, con más patentes concedidas a los inventores y empresarios. Somos el hogar de las mejores universidades del mundo y las universidades, donde más estudiantes vienen a estudiar que cualquier otro lugar en la Tierra. Lo que es más, somos el primer paÃs en ser fundado por el bien de una idea - la idea de que cada uno de nosotros merece la oportunidad de dar forma a nuestro propio destino. Esa es la razón por la que por siglos pioneros e inmigrantes han arriesgado todo para venir aquÃ. Es por eso que nuestros estudiantes no sólo memorizar ecuaciones, pero responden preguntas como "¿Qué piensa usted de esa idea? ¿Qué cambiarÃa usted del mundo? ¿Qué quieres ser cuando seas grande? " Nuestro futuro es para ganar. Pero para llegar allÃ, no podemos estar quietos. Como Robert Kennedy nos dijo: "El futuro no es un regalo. Es un logro. "Mantener el sueño americano nunca ha estado a un paso. Se ha requerido el sacrificio y lucha de cada generación, y satisfacer las demandas de una nueva era.
Ahora es nuestro turno. Sabemos lo que se necesita para competir por los puestos de trabajo e industrias de nuestro tiempo. Tenemos que innovar, educar, y construir el resto del mundo. Tenemos que hacer de Estados Unidos en el mejor sitio en la Tierra para hacer negocios. Tenemos que asumir la responsabilidad de nuestro déficit, y la reforma de nuestro gobierno. Asà es como nuestro pueblo prosperará. Asà es como vamos a ganar el futuro. Y esta noche, me gustarÃa hablar acerca de cómo podemos llegar allÃ.
El primer paso para ganar el futuro es fomentar la innovación americana.
Ninguno de nosotros puede predecir con certeza lo que la gran industria que viene será, o de donde vendrán los nuevos empleos. Hace treinta años, no se podÃa saber que algo llamado Internet darÃa lugar a una revolución económica. Lo que podemos hacer - lo que Estados Unidos hace mejor que nadie - es prender la chispa de la creatividad y la imaginación de nuestro pueblo. Somos la nación que puso los coches en las calzadas y las computadoras en las oficinas, la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y Facebook. En Estados Unidos, la innovación no se limita a cambiar nuestras vidas: asà es como nos ganamos la vida. Nuestro sistema de libre empresa es lo que impulsa la innovación. Pero debido a que no siempre es rentable para las empresas a invertir en la investigación básica, a través de la historia de nuestro gobierno ha proporcionado a los cientÃficos e inventores de vanguardia el apoyo que necesitan. Eso es lo que sembró las semillas para la Internet. Eso es lo que ayudó a hacer las cosas posibles, como los chips de ordenador y el GPS.
Sólo piensen en todos los buenos puestos de trabajo - desde la
fabricación al por menor - que han venido esos avances.
Hace medio siglo, cuando los soviéticos nos ganaron en el espacio con el lanzamiento de un satélite llamado Sputnik, no se tenÃa ni idea de cómo habÃa que llegar a la luna. La ciencia no estaba allà todavÃa. NASA ni siquiera existÃa. Pero después de invertir en mejorar la investigación y la educación, no sólo superamos a los soviéticos, sino que se desató una ola de innovación que crearon nuevas industrias y millones de nuevos puestos de trabajo.
Este es el momento Sputnik de nuestra generación. Hace dos años, dije
que tenÃamos que alcanzar un nivel de investigación y desarrollo que no hemos visto desde la altura de la carrera espacial. Dentro de unas
semanas, voy a enviar al Congreso un presupuesto que nos ayuda a cumplir ese objetivo. Vamos a invertir en investigación biomédica, tecnologÃas de la información, y sobre todo en tecnologÃas limpias de energÃa - una inversión que fortalecerá nuestra seguridad, protegerá nuestro planeta, y creará un sinnúmero de nuevos empleos para nuestro pueblo.
Ya estamos viendo la promesa de las energÃas renovables. Robert Allen y Gary son hermanos que dirigen en Michigan una pequeña empresa para
techos. Después del 11 de septiembre, ellos ofrecieron sus mejores
instaladores de techos para ayudar a reparar el Pentágono. Pero la mitad de su fábrica quedaron sin uso, y la recesión la golpeó con fuerza.
Hoy en dÃa, con la ayuda de un préstamo del gobierno, es espacio vacÃo
está siendo utilizado para la fabricación de tejas solares que se venden en todo el paÃs. En palabras de Robert, "Nos hemos reinventado". Eso es lo que los americanos han hecho por más de doscientos años: reinventadonos a nosotros mismos. Y para impulsarnos con las historias de éxito más como los hermanos Allen, hemos comenzado a reinventar nuestra polÃtica energética. No sólo estamos entregando dinero. Estamos emitiendo un desafÃo. Estamos diciendo a los cientÃficos e ingenieros de Estados Unidos que si reunimos a los equipos de las mejores mentes en sus campos, y se centran en los problemas más difÃciles en energÃa limpia, vamos a financiar los proyectos Apolo de nuestro tiempo. En el Instituto de TecnologÃa de California, ellos están desarrollando una manera de convertir la luz del sol y el agua en combustible para nuestros vehÃculos. En el Oak Ridge National Laboratory, están usando supercomputadoras para conseguir muchos más potencia de nuestras instalaciones nucleares. Con más investigación y los incentivos, podemos romper nuestra dependencia del petróleo con biocombustibles, y convertirnos en el primer paÃs en tener 1 millón de vehÃculos eléctricos
en la carretera para el año 2015.
Tenemos que conseguir detrás de esta innovación. Y para ayudar a pagar
por ello, estoy pidiendo al Congreso eliminar los miles de millones de
dólares de los contribuyentes que actualmente dan a las compañÃas
petroleras. No sé si te has dado cuenta, pero que están haciendo muy
bien por su cuenta. Asà que en vez de subsidiar la energÃa de ayer,
vamos a invertir en la mañana.
Ahora, los avances en energÃa limpia sólo se traducirán en empleos de
energÃa limpia si las empresas saben que habrá un mercado para lo
Mantener nuestro liderazgo en la investigación y la tecnologÃa es
crucial para el éxito de Estados Unidos. Pero si queremos ganar el
futuro - si queremos la innovación para producir empleos en Estados
Unidos y no en el extranjero - entonces también tenemos que ganar la carrera para educar a nuestros hijos.