El temor es que las reformas perjudiquen electoralmente al Gobierno
La cuesta abajo que enfiló la economía española en el 2008 ha sido recorrida en gran medida, y se ha aminorado la velocidad de la caída. La conjunción de circunstancias estacionales y medidas adoptadas lo explica. Por un lado, la temporada de verano, que anima la actividad. Por otro, la aplicación de importantes paquetes de estímulo fiscal de la economía. Todo esto ha contribuido a las mejores cifras de paro en junio, situación que puede prolongarse durante el verano. En otoño es muy probable que vuelva a aumentar mucho el desempleo, aunque esperemos que no tanto como en el pasado reciente. Esto no implica que estén floreciendo brotes verdes. El relativo sostén actual de la actividad y el empleo guarda paralelismo con el efecto de los abonos de cultivo industrial sobre las plantas de jardinería: proporciona un vigor inusitado al principio, pero exige mantener el tratamiento de forma indefinida. No es posible en las plantas de jardín, ni tampoco con los paquetes de estímulo fiscal. Por un lado, el 2010 será el último ejercicio en que será posible un déficit fiscal superlativo; por otro, el aumento de impuestos ya iniciado, que continuará en el futuro, tendrá efecto contractivo sobre el consumo e inversión privados. Quizás ahora no sea muy relevante, pero sí lo será cuando el sector privado de la economía esté dispuesto al remonte. ...