Lipsky asegura que la recuperación llegará a un ritmo diferente en función de las regiones y augura que Asia saldrá de la recesión antes que otros continentes
“Hay una posibilidad de que volvamos a un crecimiento positivo más pronto de lo que se esperaba, pero el desafío sigue siendo importante”, afirmó Lipsky durante una conferencia organizada en París sobre la crisis mundial y sus consecuencias en los países emergentes y en vías de desarrollo.
El 'número dos' del FMI indicó que, pese a los signos positivos, se mantiene la incertidumbre y todavía pesan “algunas amenazas” sobre la economía mundial. “El miedo a un revés grave ha sido superado y los riesgos de una crisis bancaria extensa se han atenuado”, indicó Lipsky.
Lipsky destacó la importancia de mantener las estrategias de esfuerzo financiero emprendidas en la mayor parte de los países y aseguró que éstas son particularmente importantes en las economías menos desarrolladas.
Estos países “han reaccionado mejor que en el pasado a la crisis económica”, indicó el responsable del FMI, quien aseguró que tienen “un margen más estrecho” para afrontar las dificultades. Junto al esfuerzo financiero, Lipsky destacó la importancia de vigilar las finanzas públicas para afrontar en las mejores condiciones la salida de la misma.
Según el dirigente del Fondo, los países desarrollados deben ayudar a los que están en vías de desarrollo y los pobres a afrontar las consecuencias de la crisis. “Es posible que sea necesario aportar un apoyo suplementario si los riesgos de caída se materializan pero hay poco margen presupuestario y el retorno a la viabilidad es esencial”, indicó.
Lipsky reveló que en las próximas semanas el FMI va a revisar al alza “ligeramente” sus previsiones de crecimiento económico, en particular, las relativas al año próximo.
Señaló, sin embargo, que muchos de los indicadores, en particular el desempleo, tardarán en mejorar, sobre todo en los países menos desarrollados, más afectados por la crisis porque han visto caer sus exportaciones hacia los países ricos, así como la entrada de capitales vía inversión o envíos de dinero de los inmigrantes.
El responsable del FMI afirmó que, aunque la economía está interconectada, la recuperación económica llegará a un ritmo diferente en función de las regiones mundiales y auguró que Asia saldrá de la recesión antes que otros continentes.
En el mismo foro, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, por su parte, destacó la importancia de las medidas “audaces” adoptadas por el FMI, que ha triplicado la ayuda a los países más pobres por decisión del pasado G-20 de Londres. “No podemos dejar que una crisis nacida en los países ricos y que se explica por una disfunción de nuestros sistemas de regulación, ponga en entredicho los esfuerzos de desarrollo emprendidos desde hace diez años. Es un deber de solidaridad internacional”, aseguró.
En este sentido, la responsable francesa de Economía aseguró que su país pedirá en la próxima cumbre del G-20 que se revise si los objetivos de ayuda al desarrollo marcados en Londres se están llevando a cabo.
Lagarde indicó que Francia mantendrá su esfuerzo presupuestario en ayuda al desarrollo pese a la caída del Producto Interior Bruto del país. La ministra se mostró partidaria de una reforma de las instituciones internacionales, como el FMI y el Banco Mundial (BM) que de más peso a los países en vías de desarrollo y que tenga en cuenta “las responsabilidades compartidas en la gestión de los bienes públicos mundiales”.