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MÉXICO, octubre 29, 2008.- Otra sesión volátil que se vino abajo a última hora: después de algunos vaivenes tras la decisión de la Fed, el mercado parecía asentarse sólidamente en terreno positivo. A falta de media hora para el cierre, el Dow Jones y el S&P�s 500 trepaban un 2.5%.
A falta de 15 minutos, el Dow Jones tocaba los máximos del día. Pero era demasiado tiempo: en esos escasos minutos, todo se echó a perder, se borraron las anancias, se metieron en las pérdidas y caían a los mínimos del día. El Dow Jones disminuía un 0.9% y el S&P�s 500 un 1.1%.
Como se esperaba, la Fed redujo la tasa de los fondos federales en 50 pbs para situarlas en 1.0%, e iguala el nivel más bajo a la que la llevó Greenspan en el anterior ciclo de expansión monetaria que concluyó en junio de 2004.
El tono del comunicado fue especialmente amargo: reconoce que la economía ha entrado en una marcada desaceleración por el declive del gasto de consumo. Lo peor es que la situación seguirá deteriorándose, pues "las turbulencias en el mercado financiero es probable que ejerzan restricciones adicionales sobre el gasto, en parte porque reducirán más la capacidad de los hogares y las empresas para obtener crédito".
A pesar de todas las acciones tomadas, que ayudarán a que las condiciones de crédito mejoren y se promueva un moderado crecimiento económico con el tiempo, a juicio de la Fed permanecen los riesgos a la baja en el crecimiento, lo que posiblemente impliquen futuras reducciones de tasas de interés, aunque ya el margen es muy escaso.
Al mercado le siguen pesando esos temores, los riesgos de una severa recesión, lo que puede cortar el sorprendente rally de ayer y reconducir a los mercados de nuevo hacia los 8,000 pts del Dow Jones, que podrían� volver a poner aprueba.
El dato de mañana será crucial: será la lectura avanzada del PIB para el tercer trimestre, y se espera que sufra una contracción de 0.5% comparado con una expansión de 2.8% en el segundo trimestre.
Lo peor será el comportamiento del consumo privado, que representa 2/3 del PIB: puede registrar su primera caída desde la crisis de 1990-1991, poniendo fin a la etapa de auge del consumo más larga de la historia de EU.
El dato llega en un mal momento para los republicanos, a apenas unos días de las elecciones presidenciales. Y el dato puede hacer mella en los votantes.
Pero los mercados también pueden recibirlo mal, sobre todo si sale peor de lo pronosticado: sólo hay que recordar el impacto que a nivel global tuvo el PIB del Reino Unido al final de la semana pasada. En esta situación tan vulnerable de los mercados, con la Fed advirtiendo que el futuro lo ven negro, el dato del PIB puede hacer mucho daño.
Si el gasto de consumo es uno de los grandes problemas en este ciclo bajista, lo que suceda con el mercado laboral es de vital importancia. Por eso el otro dato del día, las solicitudes de subsidios de desempleo, tampoco se pueden perder de vista.
En un principio se espera una ligera mejora, de modo que desciendan ligeramente a 473,000 comparado con 478,000 una semana antes. Pero el indicador es susceptible a sufrir muchas sorpresas.
En cuanto a los reportes corporativos, mañana habrá algunos nombres de interés como Alcatel-Lucent, Colgate-Palmolive, Exxon Mobil, MBIA, o Motorola.� Ahora bien, el PIB eclipsará mañana cualquier otra información que se dé a conocer. (El Semanario Agencia, ESA)