¿El fin de Estados Unidos como superpotencia?
Los norteamericanos lo niegan, sus enemigos lo dan por hecho y los aliados mencionan la hipótesis: la crisis financiera anuncia el fin de la hegemonía de Estados Unidos como superpotencia mundial. Seguir leyendo el arículo
Foto y Vídeo relacionado
La victoria es esquiva a los soldados en Irak o Afganistán, la economía norteamericana se enfrenta a una de la peores crisis desde la de 1929 y hasta el propio credo liberal de Estados Unidos es cuestionado en sus cimientos.
De Caracas a Teherán, se proclama que la crisis significa la caída del "imperio" y los propios aliados de Washington mencionan la emergencia de un mundo multipolar, reequilibrado por potencias como China, India o Brasil. Peer Steinbrück, ministro de Finanzas alemán, rompió un tabú al vaticinar hace dos semanas que "Estados Unidos va a perder su estatus de superpotencia del sistema financiero mundial", que pasaría a ser "multipolar".
En una sonada columna publicada por The Observer en Londres, el politólogo John Gray escribió que "vivimos un giro geopolítico histórico, en el que el equilibrio de poderes mundial está siendo alterado irrevocablemente. La era de liderazgo global norteamericano iniciado en la Segunda Guerra Mundial se terminó".
Sin embargo, a la hora de definir un orden alternativo faltan respuestas claras y una mayoría de especialistas piensa que Estados Unidos seguirá dominando, aunque más no sea por inercia. Pero que ya no podrá hacerlo solo.
En la lista de hombres más ricos del mundo hay menos norteamericanos que antes y cada año aparecen más nombres de Rusia, India o México. Pero todos hacen negocios en inglés y las plazas de Nueva York y Londres marcan la pauta.
"No hay duda de que Estados Unidos seguirá siendo la potencia global dominante", aseguró a la AFP Nicholas Burns, profesor de política internacional y diplomacia en la Universidad Harvard de Massachusetts (este). "Nuestro poderío militar y nuestra influencia política no tienen rival", agrega Burns. "Y Estados Unidos seguirá siendo la mayor economía del mundo, con ventajas como la capacidad de innovar, la biotecnología y la nanotecnología".
Burns admite que la crisis se convirtió, en plena recta final de la carrera por acceder a la Casa Blanca entre el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, en "la principal preocupación estratégica" de Estados Unidos. "El gran desafío para el próximo presidente, va a ser liderar de manera más eficaz nuestra política global, fortaleciendo alianzas y asociaciones en cada continente", dijo este veterano de la diplomacia norteamericana.
Es decir que para mantenerse a la cabeza, Washington deberá dialogar más con los demás, por ejemplo en el ámbito de la ONU. Si Estados Unidos sigue siendo "superpotencia", dejará al menos se actuar como "hiperpotencia". "Necesitamos -señala Burns- una red multilateral más fuerte para atender los grandes problemas transnacionales de la economía, el terrorismo o el cambio climático".
El retorno de Estados Unidos al multilateralismo pondría fin a la 'doctrina Bush' inaugurada por el actual presidente, George W. Bush, según la cual la superpotencia no necesitaba de los demás para manejar la agenda mundial.
Junto con el unilateralismo, la crisis también se está llevando lo que quedaba en pie del "consenso de Washington", es decir el credo liberal preconizado por Estados Unidos a través de los organismos de Bretton Woods.
La nacionalización de facto de parte del sistema financiero norteamericano no ha logrado todavía revertir el derrumbe de Wall Street, pero fue vivida como una revancha por países que hicieron oídos sordos al "consenso de Washington".
Algunos arriesgan hipótesis más osadas. Según Raymond Lotta, politólogo marxista y autor del libro 'America in decline' ('Norteamérica en decadencia'), "la crisis se está desarrollando en el ámbito global, de una manera explosiva e impredecible" y la envergadura del salvamento de 700.000 millones de dólares muestra que amenaza al sistema capitalista. "No se trata de socialismo para los ricos ni de un salvamento para la gente, es capitalismo de emergencia para los ricos y capitalismo más brutal para el resto", comentó Lotta.