David Cuen, BBC Mundo |
El precio del petróleo ha perdido más de US$80 en tres meses. |
El temor a una recesión sube y el precio del petróleo baja. La crisis financiera llegó al barril de crudo con lo bueno y lo malo que eso implica.
El precio del barril promedio perdió US$82 dólares en sólo tres meses, hasta situarse en US$63 dólares por barril el 16 de octubre. Pero ese no parece ser el fin. Los analistas pronostican que el próximo año podría ubicarse en US$50, los más pesimistas lo sitúan incluso en la franja de los US$40.
Por algo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) citó a una reunión de emergencia para el viernes 24 de octubre a fin de tomar acciones que eviten una caída más drástica en el precio.
Sin embargo, una posibilidad es que el descenso continúe. "Se espera que la OPEP recorte la producción y eso podría ayudar al precio en el largo plazo, pero ahora mismo no hay nada que puedan hacer para detener la caída en el precio del crudo", asegura Alejandro Barbajosa, especialista en petróleo de la empresa Argus Media, con sede en Londres.
Barbajosa destaca que "la misma sorpresa que provocó la caída en las bolsas de valores está ocurriendo en el mercado de petróleo. Cuando el precio del crudo iba al alza había al menos una barrera psicológica, los 150 dólares, por ejemplo, pero ahora no se sabe hasta dónde puede caer".
Petróleo y crisis
Pero ¿qué tiene que ver el precio del petróleo con la crisis económica?
Mucho. En los últimos meses hemos sido testigos de una creciente espiral en el precio del llamado "oro negro" debido principalmente a la demanda tanto de países desarrollados como Estados Unidos o el Reino Unido, como de países en vías de desarrollo como China o India.
La demanda ha sido tan grande, que ha rebasado la capacidad de producción de los países exportadores generando así un alza inflacionaria en el combustible fósil.
Precio del barril del petróleo en dólares Fuente: OPEP |
Pero eso se acabó. La amenaza de la recesión mundial desincentiva casi en forma automática la demanda por este combustible.
En Estados Unidos, por ejemplo, ante la falta de dinero la gente maneja menos, por lo que compra una menor cantidad de gasolina, lo que a su vez eleva los inventarios del combustible y reduce la demanda.
Lo bueno
Cuando el precio del petróleo cae, ocurren cosas buenas y malas, dependiendo de quién lo analice.
Del lado del consumidor, sobre todo en los países desarrollados, es una de las pocas buenas noticias que llegan en estos tiempos de incertidumbre económica. Quienes manejan podrán ahorrar dinero en el precio de combustible y destinarlo a otros gastos o a ahorro.
Además, uno de los más grandes damnificados del alza en el valor del crudo ha sido el precio de los alimentos que ahora podría reducirse.
Todo esto significa que, ante la desaceleración económica, la caída en el precio del petróleo podría actuar como un estímulo para la economía real.
Esto tomará más tiempo en América Latina. Alejandro Barbajosa recuerda que en los países de la región el precio del combustible está subsidiado, por lo que el impacto benéfico no se sentirá de manera directa.
Lo malo
El presupuesto de los países exportadores de petróleo dependen en gran medida de los ingresos por la venta del combustible y, al caer su precio, tienen menos dinero disponible para gastar en obras públicas o inversiones sociales.
Además, una reducción en estos ingresos implica que los planes de exploración de nuevos yacimientos petroleros se retrasarían, poniendo aún más presión sobre el futuro de este combustible que, recordemos, no es renovable.
El problema es que la mayoría de los países productores dependen de la inversión privada para llevar a cabo estos proyectos y los inversionistas podrían retirase si creen que el negocio no es rentable.
La OPEP sabe que si el precio del petróleo sigue bajando, varios de sus agremiados -como Irán y Venezuela- podrían verse en problemas. Por ello se espera que en la reunión anuncien medidas para que los inventarios decrezcan, la demanda aumente y el precio se estabilice.
Precio estimado del petróleo en el presupuesto Fuente: Presupuestos públicos |
América Latina
Venezuela y México son dos de los productores más grandes de la región y podrían ser los primeros en sentir su impacto. Las finanzas de ambos países dependen en buena medida de los ingresos por la venta del combustible.
En el caso venezolano, el crudo representa casi la mitad de sus ingresos, mientras que en el de México se trata aproximadamente de una tercera parte del total.
Cada año, los gobiernos de estos países envían al Congreso el presupuesto para el siguiente año con una estimación del precio del petróleo y los ingresos que éste puede proporcionarles.
Aunque ambos tratan de ser conservadores, la realidad es que se trata de un juego de adivinanzas. Y las cosas para el 2009 no pintan bien. Venezuela espera que el precio del barril de crudo esté, en promedio, en US$60, mientras que México lo estima en US$80 dólares.
En los dos casos, los congresistas pueden hacer ajustes a este cálculo, pero es difícil que el cambio sea drástico.
El problema es que si el valor del barril cae por debajo de lo estimado, las autoridades de estas naciones dispondrán de menos dinero del que habían pensado y entonces tendrían que recortar gasto o endeudarse más. Ninguna de las dos opciones parece una buena noticia.