BETANCOURT: TAL CUAL CARACAS

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, anunció el rescate de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, cautiva desde febrero de 2002, los contratistas estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, secuestrados en 2003, y once militares, gracias a la "Operación Jaque" realizada por el Gobierno colombiano.

Santos explicó, según reseña Elespectador.com, que el Ejército dio con los rescatados a través un falso operativo humanitario que permitió que las FARC reunieran a los secuestrados que estaban separados en tres grupos en las selvas del Guaviare.

De esa manera, cuando los insurgentes esperaban encontrarse con su nuevo líder, alias “Alfonso Cano”, un helicóptero militar logró rescatar a los retenidos. Indicó que en la operación fue capturado el guerrillero alias “César”, quien estaba a cargo de la custodia de los secuestrados, así como otro miembro del frente, y que ambos serán entregados a las autoridades judiciales.

El funcionario colombiano aseguró en rueda de prensa que los rehenes rescatados están siendo trasladados en helicópteros hacia San José del Guaviare, capital de esa región y que los secuestrados fueron rescatados a través de una operación "que no tiene precedentes y deja muy en alto la calidad y el profesionalismo de las Fuerzas Militares colombianas", señaló Santos.

"Mis felicitaciones muy sinceras a nuestros hombres de la Inteligencia del Ejército", añadió el ministro, que felicitó a los generales Freddy Padilla, comandante de las Fuerzas Militares, y Mario Montoya, comandante del Ejército, por el rescate.

Destacó que "el país y sus seres queridos no tendrán cómo agradecerles semejante operación de rescate", que llevaba más de un año en ejecución.

Santos señaló que a raíz de la fuga del subintendente John Frank Pinchao, el 4 de febrero del año 2007, se obtuvieron los primeros indicios sobre el lugar donde se encontraban los secuestrados, mientras que la posterior liberación de Clara Rojas y Consuelo González el 10 de enero arrojó mayores datos.

“Luego de la liberación de Luis Eladio Pérez, entre el 16 y 20 de febrero de este año nos enteramos de que la gente había visto a los tres estadounidenses bañándose en un río”, afirmó el comandante del Ejército, general Fredy Padilla de León.

Los quince rescatados serán trasladados más tarde de San José de Guaviare a la base aérea de Tolemaida, en el departamento de Tolima, a menos de 190 kilómetros de Bogotá.

Un emblema del cautiverio. De 46 años de edad, Betancourt permaneció en medio de la selva como rehén de las FARC soportando enfermedades tropicales y las dificultades de la selva.

El reconocimiento que consiguió en el ámbito internacional y la solidaridad que despertó en Francia y otros países de Europa la convirtieron en una especie de "trofeo" de guerra para la mayor fuerza rebelde colombiana, que estaba consciente de que mantener a Betancourt como rehén les garantizaría interlocución y protagonismo ante la comunidad internacional.

Más de 3 mil colombianos se encuentran secuestrados a manos de las FARC, del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que es la segunda guerrilla del país, o de delincuentes comunes, de acuerdo con estadísticas oficiales.

Sin embargo, los casos de Betancourt, los tres estadounidenses y varios efectivos de las Fuerzas Armadas secuestrados por las FARC por motivos políticos, han sido los de mayor relevancia para el grupo guerrillero en la última década.

Crónica de un secuestro. Betancourt, una polítologa educada en París, fue secuestrada por las FARC el 23 de febrero del 2002, cuando hacía proselitismo en el departamento de Caquetá, una zona selvática del sur del país, junto con su candidata a la vicepresidencia, Clara Rojas, liberada en enero de este año por el grupo rebelde.

Con su talante rebelde y sin escuchar advertencias sobre los riesgos, Betancourt entró ese día en un enclave rebelde del tamaño de Suiza, desmilitarizado desde finales de 1998 por el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana para una negociación de paz con las FARC.

Horas después de que Pastrana ordenara a las Fuerzas Armadas retomar la zona después del fracaso de negociaciones de paz, Betancourt buscó mostrar a los pobladores su programa de Gobierno como candidata del partido ecologista Verde Oxígeno.

Betancourt buscaba coronar una exitosa carrera política de unos 10 años, que la llevó a la Cámara de Representantes y al Senado, ganando popularidad repartiendo preservativos y píldoras de Viagra en las calles de Bogotá. En el Congreso, quizás la institución más impopular entre los colombianos, se ganó enemigos y amenazas de muerte por denunciar casos de corrupción.

Esa situación la obligó a sacar del país a sus dos hijos, Lorenzo y Melanie, quienes después del secuestro de su madre se convirtieron en los abanderados de la campaña por su liberación en Francia, donde Betancourt es una especie de heroína y su caso ha despertado gran solidaridad.

En ese febrero del 2002, el vehículo en el que viajaba la política fue interceptado por hombres armados que la internaron en la espesa selva. Desde entonces, sólo se conocieron tres pruebas de supervivencia, al tiempo que circulaba toda clase de rumores sobre su estado de salud.

La más reciente prueba de vida, un video y una carta a su madre Yolanda Pulecio, fue confiscada por el Ejército colombiano a finales del 2007 en una operación en la que fueron capturados tres guerrilleros.

Después de la fallida mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, y de infructuosos esfuerzos de la Iglesia Católica, de políticos y de Francia, la liberación de Betancourt por medios pacíficos se veía lejana, al tiempo que cobraba fuerza la posibilidad de un rescate militar, rechazada por la familia de la política.

Los esfuerzos por su liberación estuvieron atados a candentes polémicas en torno a la conveniencia del rescate militar, así como a la fuerte oposición de Uribe a la solicitud de las FARC de despejar militarmente una región del país para facilitar el intercambio de secuestrados por prisioneros.