Un crítico del uno a uno, economista jefe del FMI
WASHINGTON.- Un economista de prestigio, crítico de la convertibilidad y de la "caricatura" que afirma que se extendió sobre el Consenso de Washington en los últimos años, pero también defensor de la honestidad de Domingo Cavallo y de las ideas que empujaron aquel consenso, será el nuevo economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI). Francés como su futuro jefe, Dominique Strauss-Kahn, el actual profesor del Departamento de Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, según sus siglas en inglés) Olivier Blanchard arribará al Fondo a principios de septiembre, en la antesala de la próxima reunión anual conjunta del FMI y el Banco Mundial.
Blanchard y Strauss-Kahn se conocen desde hace años, cuando el actual jefe del Fondo y por entonces ministro de Finanzas francés lo convocó para participar en un grupo de expertos que lo asesoró en asuntos económicos. Apoyado en aquel conocimiento mutuo es que, ayer, Strauss-Kahn explicó su selección en su "impresionante abanico de publicaciones centradas en las políticas de gestión", es decir, en ideas aplicables a la vida pública.
Como nuevo economista jefe del Fondo, Blanchard deberá abordar varios "desbalances globales", como los califican aquí. Entre ellos, la política cambiaria china, el aumento constante de los precios internacionales de los alimentos y el enfriamiento de la economía estadounidense.
El anuncio de su arribo se sumó a la designación de otros directores del Fondo. Pero dejó en suspenso quién reemplazará a Anoop Singh al frente del Departamento para América latina, cuando el funcionario que lidió con la Argentina durante el último lustro asuma al frente del Departamento Asiático.
Blanchard llegará al Fondo con un bagaje que lo ha hecho conocido como pragmático. Así es como en 2004 definió al Fondo como una institución "extremadamente útil" y "preciosa", pero cuyos consejos no siempre sopesan "las características particulares de cada país".
Más aún, Blanchard también defendió que el Fondo retenga su capacidad de "usar zanahorias y palos" para abogar por sus ideas ante los países. "Aún me gusta la idea de que el FMI sea capaz de decirles a los gobiernos: si hacés lo que pensamos que está bien, estaremos a tu lado, listos para ayudarte. Eso es probablemente mejor que sólo prestarles dinero", afirmó.
Estudiante francés del 68 y de las ideas de Karl Marx sobre el capitalismo, llegó a los Estados Unidos para sus estudios de posgrado en el MIT, donde conoció a uno de sus mentores, el luego director gerente del Fondo, Stanley Fischer, de profunda vinculación con la Argentina.
Contra la convertibilidad
"Cuidado con los símbolos" tituló Blanchard la síntesis de su visión sobre la situación argentina, tal como la veía en diciembre de 2001, es decir, cuando se desataba el colapso. La publicó el diario El País , de España, para exponer que la creación de la convertibilidad, en 1991, "como simbolismo, estuvo bien". Pero que fue "la raíz de la crisis".
"La razón es casi obvia: la Argentina no es Estados Unidos, y el peso no es el dólar", explicó, antes de rematar con una frase lapidaria: "Que las dos naciones tengan la misma tasa de cambio es un crimen contra la lógica; demostró también ser un crimen contra la Argentina".
Su crítica a la convertibilidad no le impidió, sin embargo, defender la "integridad personal" de Cavallo y reclamarle al Estado argentino un trato "justo e imparcial" cuando el ex ministro fue detenido en la causa por contrabandos de armas. Fue en mayo de 2002, cuando firmó junto con otras 75 personalidades mundiales una solicitada que apareció en el diario The New York Times .
Por Hugo Alconada Mon