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Se perdieron más de 50 mil empleos en los dos años del actual gobierno. Sectores textil, agroexportador y minero ahora en riesgo por la crisis. Para producir más, las empresas en Lima solo aumentaron las horas de labor de sus empleados, pero no crearon más puestos de trabajo.
Si alguna vez se ha preguntado por qué –a pesar de que el actual
gobierno se jacta de lograr que el país mantenga grandes niveles de
crecimiento económico– no se siente que se hayan generado más puestos de trabajo, la respuesta la tienen las estadísticas oficiales. Y es que estas refieren que en los dos años de gestión del presidente Alan García se han perdido, solo en la capital, más de 50 mil puestos de trabajo.
Según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI), mientras en el último trimestre del 2006 (octubre-
noviembre-diciembre) el total de la Población Económicamente Activa
(PEA) Ocupada en Lima Metropolitana ascendió a 4'067,900
trabajadores, en el último trimestre del 2008 la PEA Ocupada bajó a
4'012,800 de trabajadores. Es decir, desde el inicio del actual
gobierno en el 2006 hasta la fecha se han perdido 55,100 empleos.
Al respecto, el economista Farid Matuk (ex jefe del INEI) sostiene
que ello se debe a que la mayor productividad de las empresas se basa en dar mayor horas de trabajo a sus empleados, pero no en generar nuevos puestos de trabajo, esto con el fin de ahorrar costos
laborales.
"Las empresas sabían que era un boom de crecimiento transitorio, por eso no se arriesgaron a contratar a más trabajadores. Y ahora, en una coyuntura de crisis, los despidos serán mayores sobre todo en los sectores textil, agroexportador y minero", apuntó Matuk.
Según el abogado laboralista Germán Lora, la falta de generación de
empleos resulta preocupante, por lo que pide mayor fiscalización al
Ministerio de Trabajo para reforzar las inspecciones laborales.
"Debe evitar las sobracargas de trabajo. Que, en lugar de hacer
trabajar 10 a 12 horas a una persona, la empresa se genere un nuevo
puesto de trabajo", refirió Lora.
Mal alimentados
Asimismo, Matuk refiere que en los últimos dos años no solo hubo un
estancamiento en la generación de empleo sino también en la mejora de la calidad de vida de la población, pues el nivel de déficit
calórico –que mide cuán bien alimentada se encuentra una persona–
prácticamente no ha retrocedido (ver infografía).
El experto reconoce que, si durante el 2007 hubo una mejora en la
calidad de la alimentación de las personas, la alta inflación de los
alimentos reportada en el 2008 (10,6% a nivel nacional) hizo
retroceder este avance, por lo que ahora la población ya no puede
acceder a comprar mejores productos.
"Si antes se discutía en cuánto chorreaba a la población más
necesitada el crecimiento de nuestra economía, ahora ya ni siquiera
se puede hablar de ello. El chorreo se acabó", apuntó Matuk.
Crecen brechas entre los trabajadores
De los tres rubros que conforman la PEA Ocupada cabe mencionar el
crecimiento constante de la PEA adecuadamente empleada (cifra siempre destacada por el gobierno). Así, en el último trimestre del 2008 la PEA adecuadamente empleada creció en 8.7% respecto a similar trimestre del año anterior. En contraparte cayeron el subempleo por horas (-6%) y el subempleo por tiempo (-8.4%).
Al respecto, Matuk refiere que estas cifras solo denotan el
crecimiento de las brechas económicas, pues mientras crece el empleo para los asalariados de las medianas y grandes empresas (estos trabajadores poseen educación superior), el empleo se reduce para los trabajadores de las pequeñas empresas (en su mayoría solo con educación secundaria).
Asimismo descartó que el poder adquisitivo de la población haya
aumentado, pues subrayó que el incremento en las remuneraciones que se han dado en algunos empleos fue contrarrestado por la mayor
inflación del 2008.
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